sábado, 15 de diciembre de 2007

Wait...


The House Lake, con Keanu Reeves y Sandra Bullock, cuenta la historia de dos personas que se conocen en tiempos diferentes. Sin explicar nunca cómo, la historia muestra como ambos personajes intercambian cartas a través de un buzón que parece viajar en el tiempo -más concretamente, dos años en el tiempo.


El personaje de Sandra Bullock es una doctora soltera, soñadora, inteligente. Nos hace pensar en ese tipo de personas que esperan el amor ideal, y se decepcionan porque éste parece no llegar nunca.

Por su parte, Reeves interpreta a un arquitecto dedicado enteramente a su trabajo, que mantiene una relación fría y distante con su padre y, por el contrario, un lazo muy fuerte con su hermano menor.


La historia resulta atrapante desde el primer momento.

A pesar de que el expectador se encuentra a la espera constante de una explicación sobre cómo y por qué el buzón es capaz de conectarlos, esta excusa nunca llega. Jack, la perra que comparten también los personajes por una extraña coincidencia, juega a la vez el papel de ángel de la guarda de ambos. Y además, juega muy bien al ajedrez.


El film nos deja un mensaje profundo a través de la experiencia de los personajes: Esperar. Aprender a esperar, sin decepcionarnos.


Siempre me ha costado llevar a cabo esta consigna. El hombre posmoderno es tan acelerado e impaciente, que ver una película donde los personajes tienen que esperar unos cuatro años para poder estar juntos, no solo resulta desesperante, sino casi asfixiante, e insoportable. De todas maneras, no voy a contarles como termina. Tienen que verla, y después me comentan ustedes a mi que impresión les dejó - yo solo me encargo de recomendárselas.


¿Y por qué "The Lake House" (La Casa del Lago) es épica.urbana?

Porque el autor del film y el director -Alejandro Agresti, por cierto-, fueron perfectamente capaces de disfrazar la magia para introducirla en el gris de Chicago posterior al aó 2000.

Es necesario para los hombres aprender a ver esa magia, escondida detrás de los edificios que no dejan pasar el sol. Cuando uno es capaz de encontrarla, simplemente debe limitarse a sonreír, y creer que el mundo no es tan frío como parece.


La imaginación juega un rol sumamente importante en el proceso de aprender a "des-grisear" el paisaje urbano.

No importa que el mundo siga siendo gris, mientras que podamos verlo desde otro punto de vista. Y eso ayuda a sobrellevarlo. Lamentablemente, y a pesar de lo que piensan muchos filósofos modernos, el mundo está evolucionando constantemente. Claro. A nivel emocional sí, involucionamos incesantemente. Pero a nivel tecnológico, cada vez somos más efectivos.


Telecom acercó ultimamente la videollamada a los usuarios.

Cuando vimos la propaganda en casa, le dije a mamá que trate de acordarse cómo era el teléfono con cámara que en ella se mostraba, porque probablemente, dentro de poco sean muy distintos.

Las cosas se hacen distintas cada vez más rápido, y ni siquiera tenemos tiempo de encariñarnos con algo. De todas maneras, la tecnología no se encariña con nosotros, así que no perdemos nada.


Los dejo seguir navegando.

Si quieren, comenten. Sino, espero que por lo menos lo que leyeron les haya servido para filosofar, por lo menos cinco minutos. Filosofar hace bien al alma, porque nos permite poner en tela de juicio lo que tenemos adelante de los ojos y ver todo de otra forma.


Sí, adivinaron.

Para filosofar, debemos tener mucha imaginación.


Miren The House Lake.

es un recomendado de épica.urbana!




Juanma.Florito

1 comentario:

Tavo dijo...

holas no lei todo!

pero bueno ya lo leere comoe stoy corto de tiempo y vi eso, quiro decire que esa pelicula es genial y nada mas!

adeos!